lunes, 10 de octubre de 2011

HISTORIA¡¡¡ETAPAS DEL MOVIMIENTO MADERISTA!!!


Porfirio Díaz fue presidente de México por treinta y un años durante ese tiempo, un pequeño grupo de personas acaparo el poder; el pueblo no pudo opinar sobre sus problemas ni elegir a sus gobernantes. Mientras tanto, surgió una nueva generación que quería participar en la política que no podía hacerlo porque todos los puestos estaban ya ocupados por hombres mucho más viejos. Cuando días afirmo que México se encontraba maduro para la democracia, esos jóvenes creyeron que había llegado el momento de participar. Uno de ellos fue Francisco I. Madero. Sabía que muchos mexicanos vivían en la pobreza y estaba preocupado por los problemas nacionales. Quería participar en el gobierno de su país y decidió entrar en la política. Madero consideraba que Porfirio Díaz no debería volver a reelegirse. Junto con otras personas que pensaban como él, fundo el partido Anti reeleccionista, que lo lanzo como candidato a la presidencia de la República. Después viajo por el país para dar a conocer sus ideas políticas.
El plan de San Luis Potosí
Madero creía en la democracia y en la necesidad de renovar el gobierno con apego a las leyes. Pero el éxito de su campaña hizo que Díaz lo viera como un peligro poco antes de las elecciones fue detenido en Monterrey y encarcelado en san Luis Potosí. En octubre de 1910, escapo a los estados unidos, donde publicó el plan de San Luis Potosí. Madero denunciaba la la ilegalidad de las elecciones y desconocía a Porfirio Díaz como presidente. Se declaraba el mismo presidente provisional, hasta que realizaran nuevas elecciones; prometía que se devolverían las tierras a quienes habían sido despojados; pedía que se defendiera el sufragio (voto) efectivo y la no reelección de los presidentes. También hacia un llamado al pueblo para que se alzara en contra del dictador, el 20 de noviembre de 1910.
 Él ejercito de Porfirio Díaz fue derrotado en seis meses por las fuerzas maderistas y por descontento general. La batalla definitiva fue la toma de ciudad Juárez, por Orozco y Villa. Díaz renuncio a la presidencia y salió del país rumbo a Francia, en 1911.
Para mayor información pondo a su disposición la presente dirección para tener un mejor panorama de lo que fue la REVOLUCION MEXICANA.
ESPERANDO QUE CUMPLA LAS ESPECTATIVAS Y RECONFORTE SUS ANCIAS DE ESTAR INFORMADOS :)

ETAPAS DEL MOVIMIENTO

           HUERTISTA
   El nuevo presidente no tenía en mente dejar el poder ni cumplir con lo pactado. En los siguientes días tomó medidas que mostraron su carácter para gobernar. El día 22 de febrero de 1913, Madero y Pino Suárez fueron asesinados por órdenes de Huerta. Meses más tarde removió a los miembros del gabinete y colocó en su lugar a sus incondicionales. De Félix Díaz se deshizo nombrándolo embajador extraordinario en Japón. En octubre fue muerto el senador Belisario Domínguez. Ante las protestas del Congreso, el presidente disolvió la Cámara de Diputados y la XXVI legislatura fue encarcelada. El Senado prefirió desintegrarse antes de sufrir una humillación similar. El presidente asumió los ramos de Gobernación, Hacienda y Guerra y se erigió como dictador.
Desde el inicio de su gobierno, enfrentó un levantamiento generalizado en todo el país, acaudillado por Venustiano Carranza. La revolución constitucionalista –llamada así porque pretendía restablecer el orden constitucional roto por el golpe de estado huertista- contaba entre sus filas con generales de la talla de Francisco Villa y Alvaro Obregón, que en 17 meses acabaron con sus sueños de grandeza. La situación se complicó más cuando fue retirado de México su cómplice en la caída de Madero: Henry Lane Wilson, y la nueva administración de Washington se negó a otorgarle el reconocimiento.
En abril de 1914,el gobierno huertista enfrentó una nueva invasión norteamericana. Desde el día 21 el puerto de Veracruz fue ocupado por los estadounidenses. El dictador quiso utilizar el conflicto con Estados Unidos como pretexto para llegar a un acuerdo con los revolucionarios pero Carranza se negó. Su prioridad era derrocar a Huerta.
Pero si la situación interna era caótica, las relaciones con el exterior, y particularmente con Estados Unidos también significaron un duro golpe para las aspiraciones del régimen. El presidente Huerta consideraba que para derrotar a los revolucionarios necesitaba contar con el apoyo de las principales potencias extranjeras y legitimarse en el escenario internacional.
Henry Lane Wilson, el embajador estadounidense que avaló la caída de Madero y atestiguó el acuerdo entre Huerta y Félix Díaz -conocido como pacto de la embajada por haberse firmado en su interior-, se había comprometido a obtener el reconocimiento de gobierno a favor de Huerta, pero fue removido una vez que Woodrow Wilson, del partido demócrata, asumió la presidencia de Estados Unidos.
Tropas federales irrumpiendo en la Cámara de Diputados
El 11 de marzo el presidente estadounidense declaró que “no podía ver con simpatía a aquellos que se hacían del poder para velar por sus propios intereses o ambiciones personales”, en clara alusión a la forma como Huerta había ocupado la silla presidencial, por tanto decidió negarle el reconocimiento de gobierno y fue más lejos, autorizó el embargo de armas para que ninguna de las fuerzas en conflicto pudiera obtener recursos militares en Estados Unidos –aunque los revolucionarios se las ingeniaron para traficar armas y municiones, mientras Washington se hacía de la vista gorda-.
Huerta se deshizo de sus antiguos aliados desconociendo el pacto de la embajada por el cual se había comprometido a realizar elecciones presidenciales extraordinarias en octubre de 1913 -para que Félix Díaz presentara su candidatura y alcanzara el poder-. Con la salida de los felicistas del gabinete –ya fuese por voluntad u obligados-, el sobrino de don Porfirio quedó completamente aislado y, presionado por Huerta, aceptó el cargo de embajador extraordinario en Japón, que la prensa leyó como un exilio obligatorio.
Para combatir los distintos frentes revolucionarios que se abrían por todo el territorio nacional, en julio de 1913, el presidente ordenó aumentar el ejército federal a 80 mil hombres a través del arbitrario procedimiento de la leva. Los nuevos efectivos fueron insuficientes y hacia el mes de octubre volvió a elevarlo con el fin de llegar a 150 mil soldados.
Huerta envió al frente de batalla a todo el que se dejaba: estudiantes, civiles, obreros, campesinos, reos del fuero común, opositores, cualquier persona que mostrara visos de subversión o pobres diablos que no tenían oficio ni beneficio. Sin preparación alguna, sin las nociones mínimas del arte de la guerra decenas de “Juanes”, con su máuser al hombro, eran embarcados en los trenes que partían hacia un futuro incierto. Como era previsible, muchos de los soldados reclutados contra su voluntad desertaron en la primera oportunidad.
Ante el avance incontenible de la revolución, el 15 de julio de 1914 presentó su renuncia. Para salvar la vida abandonó el país. A mediados de 1915 intentó regresar a México y organizar un movimiento rebelde. Rebasaba ya los sesenta años y su salud estaba visiblemente deteriorada por la cirrosis hepática. Acusado de conspiración y de violar las leyes de neutralidad fue recluido en Fort Bliss, Texas, en donde murió el 13 de enero de 191
CONVENCION DE  AGUASCALIENTES
  De Wikipedia, la enciclopedia libre


La Convención de Aguascalientes fue una destacada reunión que tuvo lugar durante el proceso de la Revolución mexicana, convocada el 1º de octubre de 1914 por Venustiano Carranza, primer jefe del Ejército constitucionalista, bajo la denominación de Gran Convención de Jefes militares con mando de fuerzas y gobernadores de los Estados, y cuyas sesiones iniciales tuvieron lugar en la Cámara de Diputados de la Ciudad de México, aunque con posterioridad fueron trasladadas a Aguascalientes, que pasó a dar nombre a la Convención, la cual se celebró desde el 10 de octubre hasta el 9 de noviembre de 1914. Los zapatistas no entrarían desde el principio a la Convención sino hasta el 26 de octubre, cuando protagonizaran el afamado Incidente de La Bandera, que casi le cuesta la vida a uno de sus delegados.

El general Victoriano Huerta, ante el empuje del movimiento revolucionario, presentó la dimisión como presidente de la nación, en julio de 1914, y salió del país. Carranza pretendía discutir con los demás jefes revolucionarios el programa político y los asuntos de gobierno, y, como había prometido, presentó su renuncia a la jefatura del Ejército y se retiró de la reunión. Ante la inasistencia de los representantes de Emiliano Zapata, que no reconocían la autoridad de Carranza, y la negativa de Francisco Villa a presentarse en la ciudad de México, se acordó por los asistentes trasladar las sesiones a la ciudad de Aguascalientes, lo que fue aceptado.

Desde los inicios de la Convención, la asamblea estuvo dominada por los elementos villistas, que impusieron sus puntos de vista sobre los demás delegados. Se declaró Soberana, eligió al general Eulalio Gutiérrez Ortiz como Presidente de la República y nombró a Villa jefe del Ejército convencionista, que se enfrentó por las armas con los constitucionalistas de Carranza.

Villa y Zapata, ahora reconciliados, entraban en la ciudad de México el 6 de diciembre, con un ejército de 60,000 hombres, mientras Carranza y sus seguidores se trasladaban a Veracruz.

       MOVIMIENTO CONSTITUCIONALISTA
   El movimiento constitucionalista fue la segunda etapa (1913-1917) de la Revolución mexicana, dirigida por Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, entre otros.
La revolución constitucionalista surge como rechazo a la usurpación de Victoriano Huerta, que coludido con la embajada yankee en México, derrocó y asesinó al presidente Francisco I. Madero, en febrero de 1913.
Poco después surgen las diferencia entre los revolucionarios, que se dividen en dos bandos: Emiliano Zapata y Francisco Villa (quienes apoyan al gobierno emanado de la Convención de Aguascalientes y Obregón y Carranza). Luego de dos años de lucha, Villa y Zapata son vencidos y Carranza puede afianzar su gobierno.
Finalmente, la última fase de la revolución constitucionalista coincide con el Congreso Constituyente de 1916, que reformará la constitución para incluir las demandas revolucionarias.[1]



ORIGEN Y FUNDAMENTO DE LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE MEXICO
   La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la carta magna que rige actualmente en México. Es el marco legal para la organización y relación del gobierno federal con los estados, los ciudadanos, y todas las personas que viven en el país.
La actual constitución es una aportación de la tradición jurídica mexicana al constitucionalismo universal, dado que fue la primera constitución de la historia en incluir los derechos sociales,[1] [2] dos años antes que la Constitución de Weimar de 1919.
La Constitución fue promulgada por el Congreso Constituyente el 5 de febrero de 1917 y entro en vigor el 1 de mayo del mismo año.[3] Aunque la Constitución es formalmente la misma, su contenido ha sido reformado casi 200 veces y es muy diferente al original de 1917.
Entre los cambios respecto de la Constitución de 1857, se encuentran la eliminación de la reelección del presidente de la República y el cargo de vicepresidente. Cuenta con 136 artículos y 19 artículos transitorios.

Antecedentes

El 7 de agosto de 1900, Ricardo Flores Magón y su hermano, fundaron el periódico jurídico Regeneración, desde el cual criticaban la corrupción del sistema judicial del régimen del general Porfirio Díaz, lo que los llevo a la cárcel. En 1902, los Flores Magón y un grupo de liberales arrendaron el periódico El hijo de El Ahuizote. En 1903, en el 46 aniversario de la Constitución de 1857, el personal del periódico realizo una protesta con el lema "La Constitución ha muerto".[4] Ese mismo día, Flores Magón publicó en el mismo periodo una nota acerca de la Constitución y parte del texto decía: "Cuando ha llegado un 5 de febrero más y... la Justicia ha sido arrojada de su templo por infames mercaderes y sobre la tumba de la Constitución se alza con cinismo una teocracia inaudita...".[5]



Venustiano Carranza impulsor de la Constitución Mexicana de 1917.

Al paso del tiempo, las críticas y las condiciones del país desataron diversos conflictos que junto al resultado de las elecciones de 1910, dieron como resultado el inicio del conflicto armado conocido como la Revolución Mexicana.

Según los Tratados de Ciudad Juárez, tras la renuncia de Porfirio Díaz, Francisco León de la Barra ocuparía la presidencia de México interinamente hasta que pudieran llevarse a cabo elecciones.[6] León de la Barra entrego la presidencia Francisco I. Madero, ganador de las elecciones extraordinarias de 1911. En 1913, Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron asesinados tras el conflicto de la Decena Trágica y la presidencia la ocupo Victoriano Huerta conocido y calificado por la Historia de México como <<el usurpador>>.[7]

Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, desconoció a Huerta y formo el Ejército Constitucionalista, el cual lo derroco en 1914. Carranza como encargado del Poder Ejecutivo, expidió el 14 de septiembre de 1916, el decreto para la convocación de un Congreso Constituyente, que sería el encargado de reformar la Constitución vigente y elevar a rango constitucional las demandas exigidas durante la Revolución, dejando en claro que no se cambiarían la organización y funcionamiento de los poderes públicos del país.[8]

El 1 de diciembre del mismo año, el Congreso Constituyente abrió sesiones en el Teatro Iturbide, en la ciudad de Santiago de Querétaro. El Constituyente contó con diputados de todos los estados y territorios federales del país, con excepción de Campeche y Quintana Roo.[9] Estuvieron representadas ahí diversas fuerzas políticas: los carrancistas o "renovadores", como Luis Manuel Rojas, José Natividad Macías, Alfonso Cravioto y Félix F. Palavicini; los protagonistas o "radicales", como Heriberto Jara, Francisco J. Múgica, Luis G. Monzón, y también los independientes.

El 31 de enero de 1917, tras dos meses de debates el Constituyente cerro sesiones.[10] El 5 de febrero es promulgada la nueva Constitución con el nombre Constitución Política De Los Estados Unidos Mexicanos Que Reforma La Del 5 De Febrero De 1857, que entraría en vigor el 1 de mayo del mismo año.[11] Ese mismo día fue publicada en el Diario Oficial de la Federación.[12]

Debido a que inicialmente la intención fue reformar la Constitución vigente, la nueva Constitución tomó como base fundamental los ordenamientos de la de 1857, especialmente lo referente a los derechos humanos, aunque ya no los menciona como tales, sino que alude a las "garantías individuales"; también agrego varios puntos del Programa del Partido Liberal Mexicano de 1906 y muchos más cambios para ajustarse a la nueva realidad social del país. Finalmente el proyecto de reformar la Constitución del 57 derivo en una nueva Constitución.[13]


El Constituyente jurando la Constitución.
Los derechos humanos, consagrados en la anterior Constitución, fueron retomados, aunque ya no los menciona como tales, sino que alude a las "garantías individuales"; también agrego varios puntos del Programa del Partido Liberal Mexicano de 1906 y muchos más cambios que demandaban aquellos tiempos.

Por otro lado, en cuanto a la parte orgánica de la Constitución, la forma de gobierno siguió siendo republicana, representativa, democrática y federal; se refrendó la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El Legislativo continuo dividido en dos cámaras: el Senado y la Cámara de Diputados. La Constitución de 1857 inicialmente eliminó el Senado, el cual fue reinstalado en 1875.[14]

Se ratificó el sistema de elecciones directas y se decretó la no reelección presidencial, se suprimió definitivamente la vicepresidencia, se dio mayor autonomía al Poder Judicial y más soberanía a las entidades federativas. En este marco se creó el municipio libre, y se estableció un ordenamiento agrario en el país relativo a la propiedad de la tierra. Entre otras garantías, la constitución vigente determina la libertad de culto, la enseñanza laica y gratuita y la jornada de trabajo máxima de 8 horas, y reconoce como libertades las de expresión y asociación de los trabajadores


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